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El padre Bernardo Gutierrés, nunca se propuso escribir un libro. “Fue surgiendo”, cuenta con serenidad, como quien habla de algo que simplemente brotó del corazón. Las ideas aparecían en momentos inesperados, en medio de la vida cotidiana, “cuando llega la musa, como dicen los poetas”. Así empezó a escribir —sin plan ni propósito editorial—, dejándose llevar por la inspiración y por la necesidad de poner en palabras lo que vivía. Ahora, esas experiencias, se transformaron en un libro que será presentado mañana, a las 17, en el santuario de San Pantaleón, y que tiene como título: “Aunque parezca callado…¡No para de hablar!. Un Dios que está en todo, y en todos”.
“Empecé a escribir allá por 1991. Lo hacía a mano, en cuadernos, sin un orden ni disciplina. Después fui pasando a computadora, corrigiendo, guardando. Pero nunca pensé: “voy a hacer un libro porque soy sacerdote”. Solo quería dejar por escrito mis reflexiones, lo que sentía y lo que iba aprendiendo en el camino”, compartió durante una charla en el programa Viva la vida, de radio San Cayetano.
Con el paso del tiempo, esos escritos se fueron acumulando. Hasta que una palabra empezó a resonar fuerte en su interior: compartir. “Esa palabra está siempre presente en mí. Uno comparte lo que entiende por alegría, lo que lo conmueve, lo que vive. Eso fue lo que me motivó a transformar mis escritos en un libro”, dice.
La decisión de publicarlo no fue inmediata. “Alguna vez le mostré mis textos a monseñor Andrés (Stanovnik). Él fue quien me animó y me dijo que sería bueno publicarlos. Plantó esa semilla, pero pasaron muchos años hasta que me animé. Este año sentí que era el momento. Claro que lleva su tiempo, con todos los trámites y registros… y más de una vez me pregunté para qué me había metido en esto”, recuerda entre sonrisas.
El título del libro, “Aunque parezca callado… ¡no para de hablar!”, resume el espíritu de lo que allí se encuentra y que está tomado de uno de los poemas. “Quise expresar lo que siento cuando escribo. Aunque parezca callado, en realidad estoy hablando, escribiendo sobre la vida, sobre lo que nos pasa, sobre las experiencias que me tocan como sacerdote y como persona. Son vivencias mías y también de la gente. El sentimiento es mío, y lo pongo por escrito.”
Entre sus páginas aparece una pregunta que atraviesa toda la obra: ¿Dónde estás, Dios? “Nació de algo que me pasó personalmente”, explica. “Y en ese camino fui descubriendo que Dios está vivo, que sigue hablando, que se hace presente en lo simple, en lo cotidiano. No de forma misteriosa, sino cercana. Dios se muestra, se abaja, se acerca. Como dice san Pablo: en Él nos movemos y en Él existimos”.
Así, sin haberlo planeado, su silencio se volvió palabra. Y en cada página, ese deseo profundo de compartir la fe y la vida se transformó en un testimonio que invita a descubrir a Dios en lo de todos los días.
El padre Bernardo es párroco de Nuestra Señora de Itatí, de Laguna Brava y director de la Junta Arquidiocesana de Catequesis.